Silencios a veces dicen más...
>> viernes, agosto 28
Dos de la mañana, camino junto a ti , me hablas, pero yo me perdí en tu voz, vagué sin sentido, sin rumbo, el dulce vértigo... asomaban áridos pensamientos, como cuando uno no se da por vencido, y cierra sus ojos, oye, y finge no sentir la presencia de la ausencia de esperanzas, terriblemente profunda , de un futuro que pareciera no ser posible ...
Me levanto; me gritas que apenas si somos amigos, que no soy de tu confianza... ¿y qué entrego esta noche al Universo? Mi individualismo, egoismo y egotismo. una piedra al aire, manchada de sangre, coagulada por el viento.
Despierto; acaricio tus rodillas, me miras con lástima, me dejas en el auto; esta noche no hay ascensores, no hay quintos pisos para mi; tomo mis maletas, camino lento, queriendo llegar antes que mi cuerpo; recuerdos , un último espasmo, pájaros de metal en tus ventanas, una letanía de ruegos...
Mañana, todo cambiará mañana, grito desaforado... y aún más fuerte, me contesta el silencio !
poema 1001
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